Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Soñé que te enojabas

Soñé que te enojabas conmigo porque cuando hacías tus trazos concentrada, yo besaba tu hombro y tu cuello, distrayéndote.

Me pedías que parara porque no dejaba que te concentraras, había trazos que no te salían y estabas molesta contigo.

Tu piel se erizaba en cada beso y caricia que te hacía, tu pulso se aceleraba y un calorcito rico envolvía tu cuerpo, tú solo querías lograr el trazo perfecto, yo solo quería disfrutar tu piel, tu olor, tu sabor.

Enojada dejaste tu trabajo y te levantaste enojada de tu silla, te seguí hasta la habitación y logré entrar antes que la puerta que habías aventado se cerrara.

Al acercarme me dijiste:
-No me toques, no estoy de humor.
Tus pezones erectos, bajo tu camiseta decían otra cosa.

Me acerqué decidido y tome tu rostro entre mis manos, tu cuerpo se estremeció cuando te dije con suavidad; mírame, evitabas mi vista mirando hacia el piso, haciendo una mueca que en vez de enojo parecía de niña mimada.

Noté en tus piernas, apenas cubiertas por un pequeño short, como la piel se enchinaba cuando acercaba mi rostro al tuyo.
-Estoy enojada, dijiste sin mirarme.

Con firmeza al mismo tiempo que con suavidad te pedí:
-Dímelo mirándome pequeña cobarde. Retándote.

Molesta levantaste la mirada, y al ver mis ojos te planté el beso que tenía guardado para ti.

Tus brazos me rodearon y nuestros cuerpos se llamaron. Entre besos caricias y frecuentes "Te Amo", nos hicimos el amor intensamente, a veces buscábamos nuestras miradas para hacerlas coincidir y la sensación se hacía más intensa.

Terminamos agotados, me diste la espalda, pegando tu cuerpo al mío, jalando mi mano para envolverte sin soltarme.
-Estoy enojada, dijiste en un murmullo apenas perceptible, tratando de ocultar una leve sonrisa.
-Si mi amor, contesté besando suavemente la parte posterior del lóbulo de tu oreja.

Nuestros cuerpos se adherían uno al otro, entonces nos alcanzó el sueño y muy juntos, apretaditos, dormimos. Fue cuando soñé que te enojabas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario