Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Quiero vestirme de tu sonrisa

Quiero vestirme de tu sonrisa 
y ser abrigos, no de una noche 
ni de un eclipse, que seamos alba, 
melodía, poema y primavera, 
donde el beso embone en el alma 
y pisemos descalzos al miedo, 
sin que el fuego extinga la ternura. 

Quiero vestirme de momentos 
no de recuerdos ni de inviernos 
ser tu cómplice y tú 
la causa de mi sonrisa 
que tentemos al destino 
con sorpresas sin nudos 
ni ovillos que duelan, 
quiero vestirme de ti, 
no de olvido. 

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