Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Tengo ganas

Tengo ganas 
de tus besos en mi boca 
de tu vida en la mía,
de mis heridas,
siendo curadas por tus manos.

Tengo ganas 
de tu caricia infinita, 
y de tu pelo 
haciéndome cosquillas 
en el nido de mi pecho. 

Tengo ganas 
de encender un nosotros 
que nadie pueda apagar. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario