Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Dígame que no se va

Por favor digame que no se va, 
que aún existen lunares 
que no hemos explorado, hay alientos en su boca 
que me esperan sentados buscando un pretexto 
para darme un beso. 

Por favor dígame que la noche y el día son excusas 
para romper las paredes de unos huesos que se necesitan, 
no, no se vaya, aun me aferro a la idea 
de tenerla donde no llueve, 
donde ingratos mis dedos preguntan por usted. 

Pero vuelva y haga de mis ruinas una obra de arte, 
entienda, mi amor no está en medio de sus piernas; 
sino en el caos que provoca 
su silueta en las sábanas tristes 
de una ausencia que agoniza, 
y esta piel que busca su perfume 
y muda encuentra el olor barato de un dolor constante. 

No se vaya, aún no amanece y mi cuerpo esta tibio, 
mis labios la siguen atormentados 
y preguntando por usted 
voy todos los días, voy todas las noches. 

Pero venga y haga de mis ruinas 
una obra de arte. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario