Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

La dueña de mi sonrisa

La veo dormida, 
imposible dejar de mirarla, 
creo que es feliz a mi lado. 

La abrazo y beso 
mientras busco 
una posición más cómoda. 

Ella con todas las sábanas 
y con mi brazo de almohada. 

Aun así para mí este es el mejor 
sitio y momento de todos, 
intento no hacer ruido 
y descansar. 

En unas horas 
empieza un nuevo día, 

El café 
se encargará del sueño, 
y ella... 

Ella como siempre... 
De mi sonrisa. 

2 comentarios: