Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Hasta los huesos

Con tus manos 
en mi pecho 
quiero llegar así 
hasta el amanecer, 
escuchando tus latidos, 
sintiendo tu calor 
en mi piel. 

Hagamos un trato; 
dejemos que la noche 
nos arrulle y nos envuelva 
en hermosos besos, 
luz de mi alma, 
la vida pasa tan de prisa 
y quiero demostrarte 
que el amor es 
respirarse hasta 
los huesos. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario