No te quiero para huir
de la soledad, ni para
truncar tus sueños.
Te quiero por ser mujer entera,
por tu perfume de esencia
eterna.
No te quiero para sumisa,
ni que seas quien me tienda
la cama.
Te quiero para saborear
tu boca, sentir la suavidad
de tu piel, para pasar
hermosas tardes a tu lado,
sintiendo el latir
de nuestras almas
y olvidarme de todo.
Contemplarte tan feliz con tus
lindos soles brillantes
y así sentirme pleno del alma.
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