Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

El buen amante

El buen amante, ama. 
No está contigo por estar, sino por ser.
Se preocupa por tus problemas, pero se ocupa de tus placeres. 
El buen amante ha de leer poesía en tu cuerpo, o escribirla dentro. 
Y lamer tu mente con el mismo deseo que lame tu piel...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario