Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

A veces me da por pensar en ti

A veces me da por pensar en ti. En cómo te irá, en si estarás con alguien y, sobre todo, en si a ti también, a veces, te da por pensar en mí. Seguro que sigues durmiéndote tarde mientras te pierdes en Youtube buscando nuevos grupos. Siempre tenías una canción para cada momento, para cada emoción. Dabas al play y comenzabas a hablar de tus sueños, bonitos e imposibles a partes iguales. Estabas loca. Jamás entendí cómo no te dabas cuenta de que vivías en una utopía, aunque ¿quién era yo para cortarte las alas? Más aún teniendo en cuenta que yo me enamoré de ti gracias a ellas y a tu filosofia de «tú sonríe siempre, que a los demás les jode». 

Aunque debería de darme igual, espero que sigas teniéndole alergia a todo lo que tenga que ver con ser realista o con tener los pies en el suelo. Supongo que era eso lo que te hacía única: tu capacidad para soñar por encima de tus posibilidades. Tu capacidad para que yo terminase soñando del mismo modo. 

Sé que no hubiera funcionado -directamente ni funcionó-, pero, aunque no lo creas, te tengo cariño. El tiempo hace que nos quedemos con lo bueno y, ha pasado tanto que, si volviese a verte, quizás haría algo descabellado como decirte, por ejemplo, que a veces me da por pensar en ti.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si. A veces