Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Solo vinimos a soñar

Así lo dejó dicho Tochihuitzin,
así lo dejó dicho Coyolchiuhqui:

De pronto salimos del sueño,
sólo vinimos a soñar,
no es cierto, no es cierto
que vinimos a vivir sobre la tierra.

Como yerba en primavera
es nuestro ser.
Nuestro corazón hace nacer,
germinan flores de nuestra carne.

Algunas abren sus corolas,
luego se secan.
Así lo dejó dicho Tochihuitzin.

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