Y poco a poco me voy volviendo adicto a ti; adicto a tu sonrisa, a tenerte cerca y a cuidarte el alma. Adicto a perderme en tu locura y a tener que pensarte sin razón alguna y a cualquier hora del día.
Sin darme cuenta te voy abriendo un espacio en mi corazón y en mi vida, y así es como sé que mis ganas de ti son de amarte.
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