Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Nostalgia

Ahora estoy de regreso.
Llevé lo que la ola, para romperse, lleva
—sal, espuma y estruendo—,
y toqué con mis manos una criatura viva;
el silencio.
 
Heme aquí suspirando
como el que ama y se acuerda y está lejos.

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