Y mi pragmatismo sentimental se derrumbó en cuestión de segundos cuando dijiste hola. Entonces pensé que no era casualidad, que tu voz me conocía y que mi alma respondía sin rechistar a lo que sea que dijeras.
Jamás habría imaginado que un corazón podía pasar de cero a cien en cuatro segundos en plan Mustang GT, pero ahí estaba yo, tragando en seco y con el corazón derrapando sin control.
Siempre recuerdas un primer encuentro así. Yo recuerdo que te quería sin saber que te quería. Creo que mi cuerpo y mi alma se enteraron antes que mi conciencia, normal, estaba en una jodida nube.
Desde entonces eres lo que llega más profundo en mí, el cúmulo de gotas que derrama una parte importante de mi ilusión y mi alegría.
Desde entonces el Mustang no se aparca, la vida nos contempla como si tu y yo fuéramos el atardecer, y besarnos fuera el último cachito de sol que se esconde detrás del mar.
Desde entonces tú y yo somos los colores que nos queramos pintar; siempre que quieras, siempre que quiero.
Mi Mustang se fue 😔
ResponderBorrar¡ A pintarnos de colores !
ResponderBorrar