Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

El antes y después

La mirada que precede al amor.
La copa que precede al beso.
El beso que precede a la alcoba.
El fuego que precede a la ternura,
La ternura que va perdiendo fuelle.
Las flores que preceden a la espina.
La desgana que precede a la pregunta.
Los malentendidos que preceden a las ruinas.
La herida que precede a la ruptura.
La ruptura que precede al desengaño.
El desengaño que precede al dolor.
El dolor que precede a la madurez.
La madurez abriéndote otras puertas,
otros corazones,
y así siempre,
todo en la vida
en un ciclo inagotable,
amor y desamor
todo dispuesto —tan solo—
para que tú puedas creer.

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