Enamórate de mí, pero no solo de mi belleza y mi ternura, enamórate también de mis enojos, de mis defectos y mi locura. Enamórate de mí, de mi lado pervertido, de los miedos que me acomplejan y de aquellas grietas que a veces de la nada apagan mi alegría. Enamórate de mí cada día y aprende a quererme tan fuerte como yo te quiero.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario