Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Quiero abrazarte salvajemente

Quiero abrazarte salvajemente. Besarte hasta que te alejes de mí miedo como se aleja un pájaro del borde filoso de la noche. Pero ¿cómo decírtelo? Mi silencio es mi máscara. Mi dolor es el de un niño en la noche. Canto y tengo miedo. Te amo y tengo miedo y nunca te lo diré con mi voz verdadera, esta voz lenta y grave y triste. Por eso te escribo en un idioma que no conoces. Nunca me leerás y nunca sabrás de mi amor.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario