En un rincón del alma se guardan las pequeñas cosas que nos hacen felices, los recuerdos de momentos especiales y las personas que amamos.
Se guardan también las heridas que nos han hecho sufrir y las lecciones aprendidas a través del dolor. Allí se encuentran los sueños más profundos y los deseos más sinceros, aquellos que tememos compartir con el mundo.
En ese rincón del alma, se almacenan también las lágrimas derramadas por la tristeza y la alegría, los abrazos recibidos cuando más los necesitábamos y las risas compartidas con quienes amamos.
En fin, en ese rincón del alma se encuentra todo lo que somos, lo que hemos sido y lo que queremos ser.
Abrazoooooooo!!!
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