Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

SE ME NUBLA LA MIRADA

Se me nubla la mirada, puedo sentir las lágrimas deseosas por salir, la garganta se me cierra y siento que el silencio que me envuelve es demasiado doloroso. 

Cuando las noches llegan, el calor del día y mis distracciones se esfuman, es allí cuando todos los sentimientos que he guardado muy dentro comienzan 
a escaparse entre los huesos y todo, literalmente todo deja de tener sentido. 

Me siento perdido, extraño y triste. Una criatura vulnerable, un pájaro con alas rotas. 

Puedo mirarme al espejo pero todo se siente erróneo, como si no fuese yo quien me observa en el reflejo. 

Y me derrito en el sofá o en mi cama, lo que mas cerca encuentre, y es como sí pudiera quedarme allí por siempre. 

No sé que se sentirá morir pero llamarlo de esta manera parece correcto, es como si simplemente me volviera nada y fuese inexistente. 

Aquellos sentimientos me rodean y me envuelven, me tragan y ahogan. Todo lo que veo es confuso, no me entiendo ni a otros, no sé qué hacer o cómo pararlo, es como si me congelara la tristeza. 

Estoy allí, todo parece ser gris y cuando alguien se acerca el piloto automático se enciende y la sonrisa que me crece en el rostro toma protagonismo cuando en realidad todo adentro esta hecho trizas. 

A veces incluso llega a asustarme la naturalidad de mi voz, la forma en que mis labios se curvan y la calma que hay detrás de cada mentira. 

¿Por qué es tan difícil responder con la verdad? 

"Estoy hecho mierda”.

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