En la oscuridad desaparecen los espejos.
Nada flota en ellos:
son un lago petrificado,
una nube carbonizada,
un pájaro de obsidiana.
Yo te busqué en el borde de los reflejos.
En la pupila oblicua del ser.
Sombra y espejo fuimos.
Y, sin más razón de ser
que una luz anulada,
nos rompimos.
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