Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

¡ME GUSTAS!

Y lo mucho que te quiero se me
nota en la forma en que te miro,
en la fuerza de mis sentimientos
y en mis ganas de cuidarte el alma.

Se me nota cuando abrazo tu tristeza
y tus imperfecciones; cuando decido
ser tu cómplice en las dificultades y
cuando entiendo que tu desastre
también es parte de tu esencia.

No hay comentarios.: