En la oscuridad de la noche, brilla una mirada profunda y penetrante, enmarcada por ojos negros como el infinito, que cautivan con su brillo deslumbrante.
En cada destello se esconde un misterio, un universo de emociones y pasión, que envuelve al observador en un imperio, donde reina la seducción.
Esos ojos son puertas al alma, donde se encuentran secretos sin igual, y al mirarlos, el corazón se embalsama, en la dulce y eterna fascinación.
Son faros en la neblina del destino, guías que iluminan el camino a seguir, y en su fulgor, el amor es el único sino, que nos invita a rendirnos sin resistir.
Así es la mirada de una mujer de ojos negros, un poema vivo que nunca dejará de inspirar, un reflejo del misterio que guardamos muy adentro, y que nos invita a soñar y a amar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario