La lealtad que juramos, en sombras se ha perdido,
un pacto quebrantado, un sentimiento herido.
Donde hubo fuego ardiente, solo queda el frío,
y en el silencio de la noche, resuena un vacío.
Aunque la noche sea oscura, y el silencio atormentador,
la lealtad que un día hubo, renacerá con más valor.
Porque en cada despedida, hay una enseñanza que asimilar,
y en cada alma herida, el coraje para continuar.
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