Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

INFIEL A LA POESÍA

Sigo siendo infiel
a la poesía,
la engaño un día
con el olvido
y otro con el recuerdo,
hasta con lo que es
o lo que será,
soy infiel por naturaleza,
tan solo la busco
para recibir el calor
de sus rimas,
o las caricias de su ritmo,
que me hace sentir
una música invisible,
pero siempre vuelvo
a las andadas del engaño,
con esa realidad
que solo busca el placer
del instante,
de la luz viciosa del día
o de la noche provocadora,
no, no sé
mantenerme fiel a ella,
a la única que me calma meciéndome la angustia.
Sí, así se pasa la vida,
entre palabras infieles
y fieles palabras...

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