Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

MIS OJOS, SIN TUS OJOS

Mis ojos, sin tus ojos no son ojos,
que son dos hormigueros solitarios,
y son mis manos sin las tuyas varios
intratables espinos a manojos.

No me encuentro los labios sin tus rojos
que me llenan de dulces campanarios,
sin ti mis pensamientos son calvarios
criando cardos y agostando hinojos.

No sé que es de mi oreja sin tu acento,
ni hacia qué polo yerro sin tu estrella,
y mi voz sin tu trato se afemina.

Los olores presagio de tu viento
y la olvidada imagen de tu huella,
que en ti principia, amor, y en mi termina.

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