Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Michel Eyquem de Montaigne, 1533-1592. Escritor y filósofo francés.

Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis.

El que no esté seguro de su memoria debe abstenerse de mentir.

La conciencia hace que nos descubramos, que nos denunciemos o nos acusemos a nosotros mismos, y a falta de testigos declara contra nosotros.

A quienes me preguntan la razón de mis viajes les contesto que sé bien de qué huyo pero ignoro lo que busco.

La principal ocupación de mi vida consiste en pasarla lo mejor posible.

La palabra es mitad de quien la pronuncia, mitad de quien la escucha.

El cobarde sólo amenaza cuando está a salvo.

El signo más cierto de la sabiduría es la serenidad constante.

Los celos son, de todas las enfermedades del espíritu, aquella a la cual más cosas sirven de alimento y ninguna de remedio.

Yo no me encuentro a mí mismo cuando más me busco. Me encuentro por sorpresa cuando menos lo espero.


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