Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Un ángel…

Ensimismado en mis ocupaciones del día, recibí una inesperada visita, un ángel maravilloso me observaba sonriente mientras yo trataba de ordenar mis ideas, me miraba con sus alegres ojos y su sonrisa franca, su oscuro cabello caía haciendo ondas sobre sus delicados hombros, me veía con picardía, como sabiendo que no sería la única vez que nos encontraríamos.

Me faltaron palabras, mejor dicho huyeron de mi boca ante tan bella imagen, igual que mis acostumbradas musas, opacadas por la resplandeciente luz que emanaba de mi ángel, porque se bien que es mío.

Ahora tratando de recobrar la calma y la cordura, solo alcanzo a escribir este remedo de relato para dejar testimonio de uno de mis mejores días… vi a un ángel de cerca… muy cerca.

Cree

Mira siempre de frente al horizonte
y si vuelves la vista a tus espaldas,

que sea para hundir el mal del hombre

que quebró tu cariño y tu esperanza.


Sigue siempre adelante, que el camino
se abre más amplio cada vez que pasas.
La luz es para todos, y el destino
nos prueba a veces, y otras nos encauza.

No esperes vanas ilusiones muertas,
no creas más en lo que tú batallas,
que cuando tu morada esté desierta,
muy pocos buscarán recuperarla.

Pero cree en la vida porque es bella
y en la gente que de tí no se separa.
Cree en la flor, el niño, las estrellas
y cree en Dios porque jamás te falla.

Gracias a Ana Paola, Alejandra, Tania, Corina y Cassandra por este regalo, las llevo en mi corazón.

La tragedia de la vida...

"La tragedia de la vida no es que termina tan pronto, sino que esperamos tanto tiempo para empezarla". W.M. Lewis

Las mujeres se enamoran...

Las mujeres se enamoran de lo que oyen y los hombres de lo que ven... por eso las mujeres se maquillan y los hombres mienten.


Me voy…

Me voy no porque no te quiera, sino porque no me quieres tu.

Quizás te diga un día…

Quizás te diga un día que dejé de quererte,
aunque siga queriéndote más allá de la muerte;
y acaso no comprendas, en esa despedida,
que, aunque el amor nos une, nos separa la vida.

Quizás te diga un día que se me fue el amor,
y cerraré los ojos para amarte mejor,
porque el amor nos ciega, pero, vivos o muertos,
nuestros ojos cerrados ven más que estando abiertos.

Quizás te diga un día que dejé de quererte,
aunque siga queriéndote más allá de la muerte;
y acaso no comprendas, en esa despedida,
que nos quedamos juntos para toda la vida.


“Los otros pasos…”

"Los otros pasos harán que me esconda bajo la tierra. Los tuyos, en cambio, me harán salir de mi madriguera como una música" Antoine de Saint-Exupéry

¿Cuántas veces…

¿Cuántas veces debo mirar tus labios para que sepas que quiero besarlos?

Te quiero a ti…

Te quiero a ti porque me viste cuando era invisible.

Siempre hay espacio…

Siempre hay espacio para el amor, sólo tienes que mover algunas cosas del pasado.

No necesitas…

No necesitas que te quieran más... ¡necesitas que te quieran bien!

Lo que me preocupa…

Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti.

Je t'aime

Je t'aime,
Sont des mots qui vont très bien ensemble,
Très bien ensemble
.

Ain't No Sunshine

Ain't no sunshine when she's gone.
It's not warm when she's away.
Ain't no sunshine when she's gone
And she's always gone too long anytime she goes away.

Wonder this time where she's gone,
Wonder if she's gone to stay
Ain't no sunshine when she's gone
And this house just ain't no home anytime she goes away.

And I know, I know, I know, I know, I know,
I know, I know, I know, I know, I know, I know, I know,
I know, I know, I know, I know, I know, I know,
I know, I know, I know, I know, I know, I know, I know, I know

Hey, I ought to leave the young thing alone,
But ain't no sunshine when she's gone, only darkness everyday.
Ain't no sunshine when she's gone,
And this house just ain't no home anytime she goes away.

Anytime she goes away.
Anytime she goes away.
Anytime she goes away.
Anytime she goes away.

Bill Withers

Descubriéndote

Te imagino y la soledad se me llena de ti
Y no es fácil poder decir lo que llego a sentir

Llevo tiempo buscándote
En mi alma y mi piel
Llevo tiempo soñándote
No te quiero perder

Eres tan frágil como la luz, abres mi amanecer
Si no me alumbras, yo no me acabo de encender
Y soy un corazón que se derriba
Y late cada vez con menos vida

Llevo tiempo buscándote...

Llévate mi alma en tu piel
Llevaré tu alma en mi piel

Rossana

Cuando dos personas...

Cuando dos personas están destinadas a estar juntas no importa el tiempo, donde estén o con quien estén, tarde o temprano se encontrarán... ¿quién dice que no existe la media naranja?

Cada paso que doy...

Cada paso que doy hacia adelante , es una mirada atrás buscando tu recuerdo.

Regresaré

Regresaré a ser lo que siempre fui... ¡tuyo!

Un suspiro...

Un suspiro es aire que nos sobra, por alguien que nos falta...

Eso y más

Me contaron de Romeo y Julieta
y pensé que hermoso cuento
y ahora resulta
que es más grande
que es más bello esto,
esto que por ti yo siento.


Cruzaré los montes,
los ríos, los valles
por irte a encontrar
salvaría tormentas, ciclones, dragones
sin exagerar
por poder mirarme en tus ojos bonitos
y vivir la gloria de estar a tu lado
porque en mi ya siento que te necesito
que me he enamorado
por poder mirarme en tus ojos bonitos
y vivir la gloria de estar a tu lado
porque en mi ya siento que te necesito
eso y más haré.


Por asegurar la sonrisa de tu alma
buscando equidad
yo podría empeñar lo más caro
que tengo que es mi libertad
y sería un honor hay amor ser tu esclavo
sería tu juguete por mi voluntad
y si un día glorioso en tus brazos acabo
que felicidad
si sería un honor hay amor ser tu esclavo
sería tu juguete por mi voluntad
y si un día glorioso en tus brazos acabo
que felicidad.


http://tny.gs/l2EM5z

Quiero estar…

¡Quiero estar lo suficientemente lejos para no agobiarte y lo suficientemente cerca para cuando me necesites!

YO... Dal

Te juro a ti... Quererte, Molestarte, Cuidarte, Pegarte, Sonreírte, Hablarte, Apoyarte, Recordarte y Jamás sacarte de mi ♥

Entiendo…

Entiendo por qué si te miro, yo existo, ¡nada es agradable si tú no estás!

Y esperando un día de suerte

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Y esperando un día de suerte,
la amnesia se apiade de mi y te borre
si no de mi corazón,
por lo menos de mi mente

El “Maistro” Pascual

En mi primer trabajo como residente de obra, conocí al “maistro” Pascual, hombre alto, fuerte, bruñido por el sol, con una mirada que parecía a punto de atacarte. Me decía “joven” con sarcasmo, no “inge” como los demás maestros de obra, había dos razones:

1. Yo tenía apenas 18 años de edad.

2. Cursaba el 2o. semestre de Ing. Civil, oficialmente no era ingeniero.

No me molestaba que me dijera “joven”, sino el tono en que lo decía. Siempre me ponía pruebas o “toritos”; “cómo se le hace aquí”, “cómo nivelamos esto”, “cómo cuanto cree que tardemos en aquello”, etc. Un buen día, frente a todos y en voz alta, me preguntó:

-Oiga joven, ¿cuantos bultos de cemento para aquel colado?

- A lo que respondí, ¿Cómo, con tanta experiencia y no sabe?

-No “inge” dígame ¿50 o 52?, contestó apenado.

-Por supuesto que 52, me animé a adivinar y cada quién se fue a su puesto de trabajo.

Acto seguido hice el cálculo sin que nadie me viera; 50.3 bultos, ¡di una buena respuesta! Además me llamó “inge” por vez primera y ya no dejo de decirlo en adelante.

Nunca más el maestro Pascual volvió a intentar probarme o ridiculizarme frente a a los demás, se convirtió en una persona clave en mi crecimiento profesional, compartimos conocimientos, aprendí como hacían ellos el cálculo de los bultos de cemento, trabajamos en un ambiente de confianza  respeto.

Cuando dejé esa obra por un mejor trabajo, el maestro Pascual se acercó a despedirse de mi, me dijo: “Gracias inge, ha sido el único que conozco, que no ha querido hacernos tranza”, entonces sus ojos se humedecieron, ese hombre rudo, fuerte, altivo, con mirada penetrante, me abrazo sinceramente y nos despedimos, nunca más volvimos a encontrarnos.

Hoy lo recuerdo con grande aprecio, Señor cuida al maestro Pascual en donde quiera que esté.

El “maistro” Pedro y las probabilidades

Describir al “maistro” Pedro es muy sencillo, se parecía a Pedro Infante, no solo físicamente, también cantaba y le gustaba enamorar a cuanta mujer pasara por la obra.

Además tenía buen gusto para las mujeres, en cuestión de piropos no distinguía clases sociales ni edad, recuerdo por ejemplo; “¡guapa! eso no es caminar, ¡es acariciar el piso!”, de los piropos más sutiles que le recuerdo, aunque tenía otros un poco más subidos de tono; “No muevas así el bote, ¡porque me mareo!” y otros que francamente me apenaban; “¡Con ese trasero has de hacer bombones!”. A todas sin excepción por lo menos les arrancaba una sonrisa con su gracia natural de piropear.

Un día conversando con Pedro me dijo; “Mire inge a las mujeres les gusta el galanteo, el apapacho, que les acaricien el alma, unas con suavidad y a otras con picardía, solo tiene que aprender de que tipo es la mujer, pero a todas les gustan que las piropeen”

Hablaba con tal seguridad que no dejaba duda de su teoría, le refute con un principio matemático; ¿pero cuál es la probabilidad de que le hagan caso?. Sonriendo contestó “de 100 que tire, con una que pegue me conformo. ¡1% es mejor que 0%!”. Siempre tuvo una mujer guapa a su lado.

Cuanta lógica tenía su razonamiento, desde entonces mi visión con respecto a las probabilidades cambio, a veces menos es más.

Maestro Pedro en dónde quiera que se encuentre ¡que el Señor lo guarde!