Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
Leyendo revistas
Él está leyendo sus revistas cuando suena el timbre de mensajes, el corazón se agita y emocionado corre a revisar.
Era su hija confirmando su reunión del día siguiente... por esta vez no fue ella, quien vive en su corazón.
Nuevamente él toma sus revistas, está sonriendo pensando en ella.
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