Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Sex(t)o sentido

En mi letargo estoy, adormecido,
flotando en sueños lánguidos y oscuros,
confinado a la sombra de dos muros,
y relegado a transitorio olvido...



Tu perfume me indica que has venido,
la mano percibió tus senos duros,
y al roce de tus dedos inseguros
se irguió mi cuerpo firme y decidido.



Enciendes en mi carne rebeldías,
incitándome a dulces agresiones
al abrazar tus labios mi contorno.



Habré de hacer tus cavidades mías,
y tuyas han de ser mis vibraciones,
con cada avance y con cada retorno. 

No hay comentarios.: