Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Sólo tenemos un beso

Beso indeleble, beso insuficiente,
compendio de inseguras realidades
y perspectivas de fugacidades,
entre ayer y mañana estrecho puente.



A tu vida amarrada, dependiente
de tan inciertas eventualidades,
y víctima de mis perplejidades,
por no hacerme en tu vida permanente.



Hacia ti van mis aguas encauzadas,
con fuerza torrencial, o sosegadas,
pero siempre abocando a lo imposible.


Cómo duele en el alma esta distancia,
cómo me duele ser tu circunstancia,
amor de lejanía, inasequible.

No hay comentarios.: