Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
Ella se llevó su alma...
Ella se llevó su alma, el le entregó su corazón, ella le ofreció una rosa... que en su pecho no se marchitó.
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