Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
La más preciada posesión...
La más preciada posesión que puede tener un hombre, es el corazón de la mujer que ama.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario