Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

El caballero encontró a la princesa...

El caballero encontró a la princesa en lo más profundo del bosque de la melancolía y la tristeza, muy cerca del pantano de la depresión.

Sin bajarse del noble corcel, la observaba amorosamente mientras ella solo lo veía seria, fría, distante…

Sabía que en el corazón de ella se agitaban fuertes sentimientos encontrados, también sabía que podía ayudarla, pero ella no lo permitía, estaba inexpresiva, lejana y a punto del entrar al pantano, sus fantasmas la rodeaban.

Perfectamenpe conocía lo que estaba sintiendo la princesa, el había pasado por ello y casi no sobrevive, siente miedo, mucho miedo… de perderla.

El nunca la dejaría sola, ella lo sabía, muchas veces en su fragilidad ella se refugiaba en los brazos de él, esos brazos que deseaban cubrirla, cobijarla, protegerla y hacerle sentir un amor infinito.

Seguían mirándose, él amoroso, ella lejana…

Tomó la decisión de acercarse, bajó de su montura, dejó la espada, el escudo y lentamente comenzó a quitarse la armadura.

Sin protección y sintiendo el fuerte latido de su corazón en el pecho de ella, comenzó a acercarse hasta quedar frente a frente… le brindo su mano… 


Ella solo lo miraba, en silencio, las palabras de amor no fluían de los labios de ella, seria y distante lo miró fijamente a los ojos…

En silencio, frente a frente, el con su mano extendida hacia su princesa… una lágrima parecía asomarse en el rostro de ella a quien él tanto amaba…

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