Imaginación febril y loca

¿Quién es Mujer Imaginaria? me preguntan, he aquí mi respuesta:

Llegó durante una noche furtivamente, a hurtadillas, casi clandestinamente, me enamoró primero con sus palabras, después con su mirada, su sonrisa y finalmente con su voz, pero bribona que era, sin darme cuenta se llevó mi corazón, mi alma, mi vida entera y todo mi ser.

Me dediqué a amarla como nunca lo había hecho, sin dobleces, sin remedio ni medida, sin recato y sin pudor, le entregué todo de mí sin guardar nada, descubrí cosas nuevas que no sabía que habitaban en mí, renové algunas otras que se habían guardado en lo más profundo, incluso ya olvidadas y la amé en una entrega total, sin límites, infinitamente. La llené de mí hasta desbordarla y desbordarme en comunión plena. No solo la amé más, sino también mejor. ¡Había encontrado al amor de mi vida!

 

Entonces desperté para descubrir que todo había sido un sueño, uno que parecía real, uno sueño hermoso… pero cruel. Ahora entiendo que una mujer así no existe, aunque la puedo describir palmo a palmo, puedo decir que conozco su aliento, su olor… su sabor, pero no existe, todo ha sido producto de mi imaginación febril y loca.

Quiero aclarar que no era perfecta, pero era perfecta para mí, ahora no se más de ella, desapareció para no volver, etérea y mágica como era, sé que nunca volverá.

La busco diariamente, en la luna, en la lluvia, por las calles, en todos lados, de día la pienso y de noche la sueño, me acompaña su recuerdo a donde quiera que voy y en todo lo que hago.

Ahora escribo, para mantenerme cuerdo, para saber que no he enloquecido… o tal vez si… por ella.