Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Reencuentro



Ella: Sonrío… cuando me enamoro
 
El: ¿También cantas?
 
Ella: ¡Sí! Todo el tiempo y lo gozo y la gente lo nota
 
El: ¿Y das grititos?
 
Ella: Muchos y también saltitos de corazón
 
El: ¿Y suspiras?
 
Ella: De aquí a la luna y despierto a mis vecinos por el ruidito ¡También se oyen de aquí a la luna!
 
El: ¿Y dices bajito su nombre?
 
Ella: ¡Sí!, digo tu nombre bajito, pero cuando voy por la calle grito fuerte ¡te amo!
 
El: Conozco bien ese sentimiento, lo conozco porque me pasa lo mismo... ¡Cuando pienso en ti!...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario