Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Quédate conmigo

Buenas noches, bienvenida, deja tu recato y tu pudor detrás de la puerta y entra en mi vida, que ahora es también la tuya.

Aquí estoy con los brazos abiertos, el corazón en la mano, con una sonrisa de bienvenida y dispuesto a entregarte mi vida entera.

Pasa en silencio que no necesito palabras, me bastan tu sonrisa y tu mirada que me enamoran día con día. Solo toma mi mano y caminemos juntos. Siéntate a mi lado para contemplar tu negro y abundante cabello que me acaricia el rostro y me llena de su fragancia.

Ven a mi lecho y compartamos fantasías, ilusiones, esperanzas y sueños que se convierten en realidad, compartamos realidades que se vuelven fantasías, ilusiones, esperanzas y sueños.

No digas nada, los suspiros hablan por tu alma y por la mía, que nos las entregamos en un beso largo, cálido y húmedo, déjate llevar y olvida las vicisitudes del día, que esta noche es de alegría y felicidad, pues estamos juntos, unidos por un lazo invisible e indivisible, que nos acerca y nos ata, nos desborda, nos eleva y nos hace tocar el cielo.

Siente mis brazos rodeando tu cuerpo, mientras tu te aferras al mío, como el último recurso para encontrar la paz, el equilibrio y el amor que nos envuelve y nos cobija. Nos basta nuestros cuerpos para darnos calor y nuestros corazones que laten a un mismo ritmo y melodía.

Descansa en mi pecho y soñemos juntos, que la noche es nuestra cómplice y la luna testigo. Dejemos que el amor nos haga uno solo, somos uno para el otro y nos pertenecemos.

Quédate conmigo, quédate conmigo esta noche y si no es mucho pedir, quédate conmigo toda la vida.

No hay comentarios.: