Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Hombre roto

Ella primero rompió todos sus acuerdos, después paulatinamente le quitó lo que le daba y que lo enamoraba. Dejó de visitarlo en su lugar secreto, de escribirle y de contestarle sus mensajes.

También ella cambio un mágico lugar por un paraje siniestro.

Luego vino lo peor, el silencio... la indiferencia... y finalmente el desprecio.

A ella no le importaba lo que para él era valioso... sus fechas.

Al ver todo esto, él dejó aquel lugar secreto lo más bello posible para ella y partió regalándole así su ausencia a quien no apreciaba su presencia.

Amándola más que nunca, se alejó lentamente con un vacío profundo en su pecho... Él estaba roto.

No hay comentarios.: