Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Sábana de arriba

Me instalé cuidadosamente doblado 
entre la ropa blanca del closet 
Sacaste las sábanas de tu cama 
y me pusiste de sábana de arriba 

Te deslizaste debajo de las tapas 
y te cubrí centímetro a centímetro 

Entonces fuimos barridos por el huracán 
y caímos jadeando en el ojo de la tormenta 

Ahora yaces bañada en transpiración 
con la vista perdida en el cielo raso 

y la sábana de arriba aún enredada entre las piernas.


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