Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Te vienes

A veces, algo tuyo queda en mí,
adhesiva permanencia de gozos,
oportunidad  de más que perturba.
No hay otras manos en revoloteo
que ahoguen tan larga complacencia,
júbilo de viajes a último momento,
 y todo el gusto de haberte sentido.
Solazando resabios de días juntos,
suavidad de aguamieles candentes,
liberan, indecentes propuestas azules
en la victoria con que tu ausencia
me visita en esa permanencia
que aguardo hasta que te vienes.

No hay comentarios.: