Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

El nuevo castillo

Por fin llegó el día de construir el castillo para la princesa, uno chico no muy grande como dice el caballero.

Ella acostumbrada a dar órdenes, le pidió a él un castillo enorme y anticipándose a la austeridad de él, agregó que en el Bosque Encantado todo se puede.

Caballeroso como es su costumbre le contestó que aunque todo es posible en el Bosque, la magia del mismo consistía en usar los deseos con sabiduría y humildad. Aprovechando la ausencia de la princesa por sus reales labores, inició el proceso de construcción del castillo en el extremo del lago opuesto a su cabaña para que ambos puedan verse mientras laboran desde sus respectivos lugares cuando esto fuera posible.

El caballero estaba siempre solo, los cisnes del lago comenzaron a hacerle compañía y lo seguían casi a todos lados. Lo observaban curiosos cuando aquel trabajaba y aunque no se comunicaban parecían entenderse bien.

Los cisnes del lago fueron los únicos testigos de la ardua y ruda labor del caballero, si bien no ayudaban tampoco estorbaban viendo con asombro el trabajo del guerrero enamorado.

Finalmente concluyó el castillo, los cisnes revoloteaban alegres, ahora falta la opinión de la.princesa cuando vea su nuevo castillo en el corazón del Bosque Encantado.


No hay comentarios.: