Hoy me siento triste, muy triste, sin embargo hace unos días mi ser entero irradiaba dicha, la felicidad para mi era completa y a manos llenas.
Depresión 'postparty' dirán algunos cínicos o la cuesta de enero dirán otros, pero conociéndome como me conozco puedo afirmar categóricamente que no es ninguna de las causas anteriores.
Aunque me sobran razones para ser feliz la tristeza me ha dado alcance muy a mi pesar, pues día con día amanezco con el mejor de los entusiasmos, optimista, agradecido y feliz, pero no el día de hoy que me aqueja un viejo mal.
Quizá se deba a esa sensación de vacío que me acompaña hace un par de días, o este padecimiento que viene conmigo de fábrica y que parece que se sale de control por más que hago mi parte.
Pero lo que creo que me está haciendo mal es no sentir la caricia del amor que llega hasta el alma, como la sentía anteriormente. Me dirán ridículo o cursi, pero es un hecho que desde hace tiempo ya, me alimento del amor y este frecuentemente no abunda, la mayoría ni lo tiene, algunos lo ofrecen a cuenta gotas y otros lo reclaman sin merecerlo.
Así cursi, ridículo o como mejor les parezca concluyo que el amor se ha alejado de mi, que su ausencia ha revivido mis antiguos males y que ese es el único y fundamental motivo por el cual puedo irme directo y sin escalas al hospital, porque hoy me siento triste... muy triste.
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