Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

La hora de partir

Caminas aprisa, desnuda tu silueta entre las sombras
Tu ropa vuela y como si fueran manos que te abrazan pasa por tu cuerpo.

Angustia hay de dejarme, de la hora, del tiempo, es tarde ya.
La hora de partir ha llegado y un lamento nace desde mi corazón.
                                                
Tu ausencia ya se siente, aunque aun estas aquí.
Colores y fantasías serpentean por tu rostro y un aroma a Chanel invade la habitación.
A prisa, a prisa ángel de amor, cuenta tu historia, es la hora de partir.

Tras de ti, la ausencia cala hasta los huesos
Los besos ya no saben, las caricias ya no entibian la piel
 y un vacío inerme llena la habitación.
Te has ido.

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