Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Desilusión

En ocasiones la vida nos juega bromas, no se si pesadas o no, pero nos juega bromas, como cuando piensas que has recibido el mensaje de ese ser tan especial, que quiere compartir contigo y te hace feliz todo el día y los siguientes, porque no esperas tal mensaje y te sientes alegre y optimista cuando a tu alrededor hay problemas serios que te acechan y se suman.

Así me pasó este día, no era el mensaje de quien esperaba y aun cuando quien escribió es importante para mi, simplemente el remitente no era quien vive en mi corazón.

Decido entonces guardar mi desilusión en el baúl de las cosas que quiero olvidar y dejar atrás y enfocarme en las cosas mundanas que me quitan tiempo y dinero, sin ver el final de estos obstáculos en el corto plazo.

Aparte está mi salud que se vio recientemente mermada y este corazón que se ha vuelto loco de repente y me tiene con el alma en un hilo.

Por cierto ella ya no escribe más y la tengo extraviada desde marzo 20. La verdad es que creí que era ella, que pena profunda que no lo fuera, me había hecho tan feliz, bendito mal entendido.

23 de mayo del 2016


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