La lluvia,
nos transporta muchas veces
a donde menos lo pensamos,
donde las palabras son más tiernas,
el murmullo es suave y delicado,
la pasión enfurece
ante el cuerpo amado.
La lluvia toca silenciosa
a tu puerta
y quiere,
hasta tu habitación compartir.
Pero no es que sea caprichosa,
es que ella disfruta,
al ver al humano,
como con ella,
cayéndole por su rostro,
entre el placer la sabe sentir.
:D
No hay comentarios.:
Publicar un comentario