Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
Prisionero
Ella llegó mientras él dormía y lo abrazó suave pero con firmeza, como queriendo aprisionarlo. El simplemente sonreía sabiendo que no era un sueño. Nunca había existido prisionero más feliz... se amaban.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario