Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Cómo quisiera

Cómo quisiera
ser ese adiós
que tienes
en tu pecho y que
agita tus noches.

Al menos latirías
en lágrimas recordando
lo que no has podido
tener.

Pero no soy nada,
ni adiós, ni lágrimas,
solo algo que has
tenido sin saber.

No hay comentarios.: