Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Amor de poeta

Podrás sellar tus labios,
huir de mis lunes,
cambiar de sábanas,
construir otros templos.

Pero de mis palabras
no te escaparás nunca.

Cada vez que alguien
te diga al oido que te ama,
te dará un pasaje de vuelta
a este domingo sin pijamas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario