Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Para siempre

Decías adiós 
con las manos atadas. 
Ni tú lo sabías, 
pero te despediste 
sin partir
Uno nunca se va, 
de dónde siempre es.

:D

No hay comentarios.:

Publicar un comentario