Podría darte mil razones para quedarte: te daría mil besos por la noche. Y ya no tendrías que escuchar música para acostarte, yo te recitaría poemas al oído, hasta que fuese demasiado tarde y se mezclasen mis palabras con el comienzo de alguno de tus sueños. O podríamos no dormir.
Ya no te pasarías los domingos pensando "¿qué puedo hacer?", porque podrías hacerme a mí, feliz o lo que sea: el amor.
Nunca me ha gustado el vino, pero compraría una botella e iríamos a merendar a algún parque. Sería un experimento. Quiero saber cómo multiplica la luz del atardecer tu belleza.
¿Nunca has tenido ganas de dejar de pasar páginas y engancharte a una buena novela?
A alguien con quien las cosas vayan bien. El best-seller de tu vida. No hablaremos de finales. Las buenas obras siempre se quedan. Los buenos besos, y los mejores abrazos.
Quizá todo lo nuestro.
Quizá.
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