Afilas bien tus labios con un rojo intenso, lista para cortarme
las alas con un beso.
¡Pum! Estallido a bocajarro sobre mi frente, no perdonas a la muerte, la coronas con tus labios.
Aflojo los brazos y me tiemblan los muslos. Es tu tiro de gracia, después del combate nocturno.
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