Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Con los labios o con la mirada

Tú no quieres escuchar mis poemas 
y yo tampoco quiero escribirtelos, 
pero es inevitable quedarme con ganas 
de desquitarme, al menos en letras 
los besos que no te doy.

Me voy deshecho depués de cada despedida 
no quieres saber de mi y yo quiero saberte completa.

Nunca pude quererte como querías 
vamos a recorrer el mundo, decías 
y yo tan torpe como de costumbre 
no sabía si recorrerte con los labios o con la mirada.

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